La Historia de Philae, un pequeño robot que atravesó sistema solar

Hace solo 2 meses, los científicos de la Agencia Europea Espacial habían perdido todas las esperanzas para encontrar a Philae, un robot que perdió su curso después de que aterrizó en un cometa hace ya 2 años. Pero ayer 5 de Septiembre, después de haberse dado por vencidos, anunciaron que lo encontraron, estaba metido entre unas rocas.

Esta es la historia del pequeño Philae

La vida de Philae inició en 1993 en una hoja de papel, fue diseñado como un módulo de aterrizaje, para que se uniera al satélite Rosseta, se dirigió hacia el cometa lejano conocido como 46P/Wirtanen. Muy lejos, tan lejos, que se pensó que tomaría 8 años para poder llegar hasta ahí (aunque de hecho fueron más).

Rosetta y Philae fueron creados con cuerpos que pudieran soportar un vida dura. De esta forma la radiación no destruiría la electrónica y las partículas de polvo que viajan a velocidades increíbles  no podrían perforar el metal sólido. Se llevaron  instrumentos científicos y cámaras de alta resolución. Tenían cohetes pequeños para ajustar su curso, y un poco de combustible para darles energía.

La misión era saber de que están hechos los cometas. Los científicos esperaban obtener mayor conocimiento sobre ellos, y que esto diera mayor información de cómo es que posiblemente se haya formado el sistema solar hace billones de años. Por instantes pensaban que el agua de la tierra pudo haber venido originalmente de los cometas. Los intrumenteos de Rosetta evaluarían el vapor de agua que emite el cometa 46P para ver si es igual al agua de la tierra.

Rosetta y Philae deberían explorar el cometa juntos, pero cada uno en un camino diferente. Rosetta haría un recorrido circular al rededor del cometa, analizando los gases y polvos que podría capturar. Philae aterrizaría en el cometa mismo, sería la primera vez que una maquina realizara algo que ningún humano ha hecho.

 Para llegar al espacio, tendrían que ser lanzados desde un cohete, un Ariane 5, el mismo que ha puesto en órbita a muchos otros satélites anteriormente. Su lanzamiento estaba agendado para el 2003. Pero en 2002 un Ariane 5 explotó, y no se podrían lanzar más hasta que los científicos e ingenieros resolvieran el problema. Rosetta y Philae no serían capaces de estar en un nuevo Ariane hasta 2004.

Debido a que los cometas viajan muy rápido, lejos del sol y se perdió la  fecha de lanzamiento, no se podría alcanzar fácilmente el objetivo que ya se había fijado.  Así que la misión tuvo que fijar una nueva meta. Los científicos eligieron el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, al cual deberían llegar en 2014.

El lanzamiento fue aterrador. Todo lo sacudió con violencia y el sonido era ensordecedor. Entonces llegó la parte aburrida, un viaje de 10 años a través del espacio vacío, en esos años los satélites pasaron todo el tiempo durmiendo. De vez en cuando, fueron despertados por sus amos de la Tierra, quienes le pedían a Rosetta tomar unas cuantas fotos de objetos de aspecto raro  y luego rápidamente volvían  a dormir.

Finalmente, en 2014, el dúo se acercó al cometa 67P. Nadie sabía como es que se vería. Philae no se podía controlar y molestaba a Rosetta constantemente. » ¿Ya llegamos? ¿Ya llegamos? ¿Ya merito llegamos?».

Cuando llegaron, se dieron cuenta que el cometa 67P tenía una forma bastante inusual, se veía de algunos ángulos como un pato de goma, un pato de goma con medidas 4km  de ancho.

El día más emocionante en la vida de Philae fue el  15 de Septiembre del 2014. Fue unas pocas semanas después de que Rosetta y él comenzarán a girar cerca del cometa en forma de pato. Ese día se marcó el lugar de aterrizaje de Philae. «Aterrizaría en la cabeza del pato».

Philae de alguna manera se las arregló para estar inactivo por dos meses antes del día de aterrizaje. Rosetta le contaba acerca de las cosas que estaba aprendiendo y transmitiendo a la Tierra. Philae no estaba interesado. Lo único que le importaba era el aterrizaje.

El 12 de Noviembre del 2014, Philae se separó de Rosetta y dio un salto de fe. Entonces se desató el infierno. Philae aterrizó en el blanco, pero era como saltar en un castillo inflable y se abrió de nuevo hacia el espacio. En el momento en que llegó a punto muerto, se dio cuenta que estaba en la esquina de algún lugar en un ángulo incómodo. Peor aún, sus amos humanos no tenía idea de dónde estaba y él no tenía forma de saber de ellos.

En ese momento, el dónde no importaba. Su misión era hacer ciencia, y lejos de Rosetta, su batería sólo le daría 60 horas de vida. Así que se puso a trabajar: martilleo, perforación, muestreo de rocas, y tomando una gran cantidad de imágenes.

Después, analizando la información que Philae había mandado, los científicos se dieron cuenta de que el cometa era suave y esponjoso como un helado. Y, aún más emocionante, que contenía productos químicos que eran elementos esenciales de la vida. Si un cometa como el 67P se estrelló en la Tierra hace mucho tiempo, pudo haber sembrado los materiales que nos permite formar la vida.

La batería de Philae se comenzó agotar así que entró en hibernación.

Sin saber de él, sus amos en la tierra intentaban de todo para encontrarlo. Si tan sólo supieran dónde es que había quedado, hubieran movido la órbita de  Rosetta para localizarlo, y así Rosetta hubiera podido tener un contacto directo con Philae. Rosetta tomó muchísimas fotos, en búsqueda de Philae, pero no apareció en ninguna de ellas.

Philae contaba con paneles solares, lo que significaba que si recibía la suficiente luz, se podría encender nuevamente. Tal vez estuvo demasiado tiempo en las sobras, ya que Philae no despertó de nuevo hasta el 13 de Junio del 2015, pero únicamente por unos gloriosos 85 segundos.

Se pudo escuchar la voz de Philae y le dijo a la base de control  que su cuerpo había sido golpeado pero que estaba bien. Pero antes de que pudiera decir algo más, la conexión se rompió y no pudo establecerse de nuevo.

Pasaron 13 meses más y finalmente, el 27 de julio de este año, los científicos decidieron que era hora de abandonar la misión. El cometa 67P había viajado tan lejos del Sol que las propias células solares de Rosetta ya no podían sacar la energía suficiente para comunicarse con Philae. Así que decidieron apagar el instrumento de comunicación que tenía Rosetta y que estaba dedicado a la búsqueda de señales de radio con Philae.

Pero ayer, 5 de septiembre, hicieron un descubrimiento inesperado. Rosetta todavía tenía el poder suficiente para tomar imágenes del cometa, y se ocupó en enviarlas a la Tierra. Uno de los científicos estaba mirando las fotos cuando vio una forma de aspecto extraño.

¡Era Philae, estaba metido entre unas rocas del 67P!

Philae tal sea capaz de funcionar nuevamente, pero no ha de tener el poder suficiente para poder decir algo. Inclusive si lo hiciera, Rosetta ya no tiene el poder suficiente para recibir bien esas señales.

Aún así, los datos que Philae envió de vuelta, mantendrán a sus amos ocupados durante unos años. Su misión será entrar en los libros de historia. Y en cuanto al resto de nosotros, ahora que hemos tenido una última mirada a él, todos podemos recordar Philae como el primer robot en aterrizar en un cometa.

Philae encontró los componentes básicos de la vida en un cometa.

¿Es así como comenzó la vida en la Tierra?

Fuente:Quartz